Cansado de salir todos los domingos por la mañana a tomar el vermut por Burgos,decidimos irnos a Aranda de Duero a ver que tal ambiente había por allí.Cual fue nuestra sorpresa al llegar a Aranda y aparcar,que nos dimos cuenta de que había un mercado mediaval ese fin de semana,nos dimos una vuelta rápida por el mercado y nos fuimos a comer,cosa que no habíamos pensado en quedarnos a comer allí,pero viendo el magnifico dia que salio y que estaba el mercado,pues nos pusimos a buscar sitio para comer.Entramos en el Lagar de Isilla,meson en el que ya habíamos estado comiendo cuando eramos mas jóvenes y nos encanto,asi que decidimos ir a otro sitio,pero antes nos tomamos unos vinos en el Lagar,el cual tiene una expectacular barra de riberas por copas,probamos un Pago de Capellanes roble,el cual me dejo con un poco de sin sabor , es decir un poco decepcionado,decepcion que se me quito viendo la salida de Fernando Alonso en el gran premio de España.De repente me acorde que un compañero de trabajo que es de Aranda me dijo que tenia que ir a comer al Meson el Pastor , asi que allí nos fuimos rapidos y con un hambre de muerte , enseguida nos acomodaron, una vez sentados el camarero nos dijo que que íbamos a comer y nos canto la carta,es decir que no tenían carta, pero no nos importo. Ya que estábamos allí decidimos comer lo típico y pedimos una racion de chorizo cocido, morcilla y como no,cordero. El chorizo estaba buenísimo, pero a la morcilla de allí no la cojo el punto, ya la habíamos probado ,el verano pasado, en Casa Florencio,y es que sabor a especias que tiene no puedo con ella, por cierto, el dia que estuvimos en Casa Florencio no nos gusto nada la comida, aparte de la morcilla, el cordero estaba recanlentado y eso que solo eramos cinco mesas en todo el comedor,ya nos dio mala espina cuando fuimos a entrar al comedor y al lado del horno de leña vimos tanto cordero echo ya.Bueno volvamos al Meson el Pastor, una vez acabados los entrantes, esperábamos ansiosos el cordero y no nos defraudo, un cordero muy bien hecho y con un sabor soberbio, para mi uno de los mejores corderos que he comido junto con el de Casa Cesar en Quintanadueñas, vamos que chupamos los huesos del cordero hasta el final, y los postres tres cuartos de lo mismo todo ello regado con un magnifico vino de la zona, Terroir 34, un vino elaborado en La Horra, con 10 meses de crianza en barrica de roble francés, muy complejo en nariz y con un toque a chocolate muy peculiar, lo dicho un magnifico vino.Una vez acabada la comida nos fuimos a reposar el cordero con un buen gin tonic sentados en la terraza de un bar en frente de la iglesia de Santa Maria La Real en medio de todo el mercado mediaval.En fin un domingo diferente y con agradables sorpresas que seguro que repetiremos.