Una ciudad donde he estado un monton de veces, pero en la cual nunca me había quedado a dormir , asi que aproveche uno de mis últimos fines de semana que me quedaban de vacaciones para irme a Oviedo y disfrutar de esta ciudad. Como ya he dicho antes ya había estado allí pero solo de paso a ver su catedral y a estar un rato por la zona comercial del centro de la ciudad y he de decir que sigo prefiriendo Gijon que Oviedo aunque esta ultima vez me sorprendio mucho.El tiempo nos anunciaba que íbamos a tener un fin de semana nublado y que n íbamos a ver el sol en todo el finde, pues bueno, se equivocaron, nada mas llegar vimos que hacia muchísimo calor y asi estuvo todo el fin de semana. Hotel elegido para pasar los días, Room Mate Marcos, situado en pleno centro de Oviedo,a escasos dos minutos de la zona de vinos y a diez minutos de la afamada calle Gascona o boulevard de la sidra, una habitación pequeña pero muy acogedora con vistas a una calle peatonal , con muchos detalles en el baño , y nos dejaron en la habitación unas botellas de agua grandes gratis lo que es todo un detalle debido al calor que hacia esos días y ya que la habitación no tiene aire acondicionado, enfrente del hotel hay un bar en el cual se puede desayunar muy barato y que tiene unas muy buenas tortillas de patatas, al estar situado en una calle peatonal y en pleno centro de la ciudad es difícil aparcar ya que en las calles próximas al hotel todo es zona azul, disponen de dos garajes donde puedes dejar el coche por 12 euros el dia.Llegamos a Oviedo a la hora de comer y una vez dejamos las maletas en el hotel preguntamos en recepción donde podíamos comer , muy amablemente nos dirigio a la zona de vinos , una zona que no conocíamos, y nos recomendó un lugar famoso por sus raciones y mas por sus croquetas, La Lola, pues allí que nos vamos con mucha hambre,lo encontramos a la primera y nos sentamos en una mesa afuera del bar, después de tomar unas cervezas cogemos la carta y pedimos, como en el hotel nos recomendaron probar las croquetas decidimos probar y pedimos la croqueta especial de la casa nos comenta la camarera que es un poco mas grande de lo normal asi que solo pedimos una por si acaso, y menos mal por que cuando llego era enorme!!!!casi medio kilo de croqueta!!!! y además habíamos pedido la sarten La Lola que llevaba jamon, chorizo,lomo, huevo frito y patatas, esperábamos que no fuera muy grande, pues no fue asi, era también enorme , era una sarten para unas cuatro o cinco personas no nos lo podíamos comer todo nos entro un ataque de risas por que no veíamos como lo íbamos a hacer para comer todo y a mi me empezaba a doler la cabeza al ver tanta comida, no pude hacer fotos por que me deje el móvil en el coche, pero de verdad las raciones son generosas y baratas por que creo que no llego a 15 euros la comida con cuatro pintas de cerveza para poder pasar tanta bechamel y patatas de la comida.Esa noche nos fuimos a cenar a la famosa calle de las sidrerías no me acuerdo del nombre del sitio donde cenamos y menos de la cena por que no me gusto nada ,lo único que se es que estaba al lado del Tierra Astur, un local de comida asturiana que ya había probando en otra ocasión y en el cual se come muy bien pero recomiendo coger reserva por que se pone de guiris hasta arriba. Después de la mala experiencia de la noche anterior, esa mañana nos decidimos por ir a la playa a Gijon, el dia se presentaba nublado aun asi decidimos probar suerte,llegando a Gijon el dia despejo y nos dejo un gran dia de playa, a la hora de comer decidi ir a lo seguro, a un local que ya había probado años atrás , La Galana , situado en la plaza del ayuntamiento , una buena sidrería donde se come y se bebe muy bien. No comimos a la carta , nos decantamos por picar algo en unas mesas que hay enfrente de la barra, allí nos atendio un camarero muy simpático que nos iba recomendando, pedimos una botella de sidra, un poco de tempura y una racion que se tenían en un cartel en la barra que era la de la semana , al pedir la racion el camarero nos dijo que mejor que no por que eso era mas para los guris que iban por allí y que no nos iba a gustar, a cambio nos ofrecio una espectacular racion de bonito que estaba de muerte y valia lo mismo que lo que íbamos a pedir antes, nos estuvo recomendando todo el rato sobre el bonito, que que parte del bonito queríamos, que si con salsa o la plancha , de verdad tienen mucho que aprender los hosteleros de aquí de como cuidar a la clientela, para finalizar de postre , la mejor tarta de manzana que había probado en mi vida, de verdad os recomiendo el sitio. Una vez llegados a Oviedo por la noche nos fuimos a cenar a la zona de vinos donde habíamos comido el dia anterior , el sitio esta vez se llamaba Secreto a Voces un local muy moderno que no parecía gran cosa en dar cenas pero que fue un fabuloso descubrimiento,se cena en mesas altas en plan informal y sus platos son espectaculares y con buena calidad y cantidad y a muy buen precio, ensalada de chipirones , secreto ibérico con salsa teriyaki y sinfonía de postres todo ello regado con un vino Ribera del Duero joven , Damana 5. La comida estaba buenísima y muy bien presentada con muchos detalle y el vino muy bueno y como ya he dicho antes amuy buen precio por que la cena salio por menos de 50 euros dos personas con gin tonics incluidos. Visto lo visto aquí en Burgos tenemos mucho que aprender de otras ciudades en plan de salir a cenar fuera de casa, en Burgos o sales a cenar de pintxos y te gastas un dineral y acabas borracho y con hambre o te pones a cenar bien y sentado y te cuesta 100 euros como minimo dos personas, quitando cuatro bares contados que están apostando por cambiar las cenas en Burgos en los demás sitios no salimos de las bravas, y el pintxo de morcilla y la tortilla de patatas y por aquí por la cena que antes he comentado me habría costado , la ensalada por lo menos 18 euros , el secreto unos 25 euros y el postre unos 8 euros, mas el vino minimo 20 euros y los gin tonics que ahora parecen de oro 10 o 12 euros cada uno y la cantidad de la comida no creo que se acerque a las raciones de allí. En fin que con productos sencillos y baratos y un poco de imaginación se pueden hacer buenos platos y que no te saquen los ojos por cenar.